El Príncipe Harry del Reino Unido y su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, invitaron al Rey Carlos III y a los demás miembros de la familia real británica al bautizo de su hija Lilibeth Diana. Sin embargo, la respuesta de la realeza fue todo lo contrario a lo que ellos esperaban, generando aún más rivalidad y conflictos internos con los Duques de Sussex.
El día 3 de marzo, según lo revelado por el diario Irish Mail, Harry y Meghan bautizaron a su hija Lilibeth en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos. La ceremonia tuvo de invitados a amigos muy allegados del matrimonio y algunos familiares de la actriz.
Sorpresivamente, los Duques de Sussex habían realizado una invitación muy especial para los miembros de la familia real británica. Invitaron a Carlos III, a Camilla Parker, al Príncipe William y a Kate Middleton.
Sin embargo, los integrantes de la corona rechazaron la cordial invitación y decidieron no asistir al bautizo, cosa que tendría bastante decepcionados a Harry y su esposa. Este tipo de situaciones solo alarga la enorme pelea que existe entre ambas partes, y con ello, más dificultades para llegar a una reconciliación.
Una fuente cercana al matrimonio aseguró que ni el Rey Carlos III ni ningún otro miembro de la realeza tuvo la delicadeza de tan siquiera enviar una carta de felicitación a la bebé y a sus padres.
Con esto, confirmamos que la tan esperada reconciliación entre los Duques de Sussex y la familia real británica está muy lejos de ejecutarse.
Y tú, ¿Que opinas de este desplante que sufrieron el Príncipe Harry y Meghan Markle?