El 02 de febrero del año 1977, nació en Barranquilla, Colombia, Shakira Isabel Mebarak, hija de un emigrante libanés y una colombiana. Sin saberlo, se convirtió en la artista latinoamericana más hegemónica de la historia en la cultura popular moderna, y es que no existe persona en el mundo que no la conozca.
Hoy cumple 46 años de vida, y se corona como la estrella femenina de mayor longevidad y proyección comercial de la industria fonográfica del siglo XXI. Y es que entre la cultura popular, existe una tradición o tendencia entre los amantes del pop, los cuales adoran solamente a artistas anglosajones.
Así es como constantemente se intenta menoscabar la vigencia y el impacto que ha tenido Shakira como estrella pop a nivel mundial. Y es que si ven las estadísticas, la colombiana es sin lugar a dudas la artista de mayor éxito global en relación con la longevidad de su carrera.
Shakira es la única artista femenina del pop, junto a Madonna, que pueden presumir de haber alcanzado el éxito al menos con una canción a lo largo de todas las etapas de sus carreras. Ambas siendo las únicas en vencer la sentencia del edadismo imperante en la superficial industria musical.
Para no crear opiniones divididas, se desglosará la carrera artística de las estrellas pop más grandes de los últimos tiempos, comenzando claramente con Madonna, el referente por excelencia del pop y su prolongación temporal, pero aunque aún esté presente, no es un secreto que está enfrentando un declive comercial.
P!NK, parecía ser la artista femenina que tomaría el título, pero el “declive” le llegó a partir del 2019, tambaleando su aclamada carrera. Con respecto a Celine Dion, su éxito masivo se ampara en sus fieles fans de años, y por eso solo está presente en el mercado de las ventas físicas, ya que en streaming no figura.
Actualmente, se podría decir que Taylor Swift ha tenido una carrera musical similar, pero sin lograr la repercusión que ha logrado Shakira a nivel global, ámbito en el que Taylor Swift no puede igualarse, principalmente porque su impacto y sus cifras quedan relegadas en su mayoría a Estados Unidos.
Pero Shakira, logró superar todo eso, después de su tercer álbum de estudio, ha cosechado toda una colección de himnos en América y Europa, y, además, todos sus períodos artísticos permiten extraer, al menos, uno perteneciente a cada era que ha tenido en su carrera.
La colombiana ha ostentado durante 32 años de carrera la posición de ser el referente musical de mayor éxito de la historia de la cultura popular latina, y sus canciones no se resisten a los cambios de la industria. Sin importar el edadismo radiofónico, ni la volatilidad del streaming.
Su marca es inconfundible, numerosas artistas anglosajonas poseen a sus espaldas catálogos de temas que no siempre les son asociados. En cambio, el público reconoce sin dificultad a “Hips Don’t Lie”, “Waka Waka” “Whenever, Wherever”, “La tortura” o “Loba”.
Shakira desafía el etnocentrismo con el que se concibe la dominación de los conteos de ventas. Y es que su estrellato no es local, centrándose solamente en Estados Unidos o el Reino Unido, Shakira es una verdadera estrella interregional, que no ve su influencia reducida a la cultura anglosajona.
Shakira es ahora el máximo contribuyente esencial para la dinamización de la presencia de Latinoamérica en la cultura mainstream, traspasando generaciones. Un auténtico hito cultural el hecho de que figure entre las artistas femeninas con las cifras más mayúsculas en la historia de la industria musical moderna.
Desmerecer la relevancia comercial de Shakira, su repercusión o las dimensiones de su éxito, mientras prevalece como la extranjera que logró vencer al bloque musical anglosajón, incurre en una lectura etnocentrista, racista, omisiva y profundamente ignorante del legado latinoamericano en la cultura pop.