Según la prensa estadounidense, la familia de Britney Spears lo pasó mal la noche del pasado domingo 9 de enero, tras descubrir que el exesposo de la cantante, Jason Alexander, estaba espiando la casa de su madre poco después de salir de prisión.
Publicó fotos y videos de la propiedad de Lynne Spears en Kentwood, Luisiana en una cuenta privada de Instagram. Jason Alexander se hizo conocido por su matrimonio relámpago con Britney Spears en 2004, la unión solo duró 55 horas. En contacto con el sitio web Page Six, una fuente dijo que la familia estaba muy asustada.
“Piensan que es increíblemente inapropiado y francamente extraño. Ya es suficientemente malo que la familia tenga que lidiar con fanáticos que se acercan demasiado para sentirse cómodos, pero les gustaría pensar que pueden esperar más de Jason, quien afirma tener todavía mucho amor y respeto por Britney”, dijo la fuente.
En una cuenta de Instagram, Jason publicó una foto en las puertas de la casa de Lynne Spears con la siguiente leyenda: “Daddy Spears escondido detrás de las puertas”, en referencia a Jamie Spears, el padre de la cantante, de quien se divorció en 2002.
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Además, en un video, notó que las luces dentro de la casa parecían estar encendidas y dijo: “Parece que hay algunas personas allí en este momento. La madre está ahí de todos modos”. También según la publicación, Jason habría dicho en un live que también planeaba visitar la casa de la infancia de su exesposa así como la caravana donde vive el tío de Britney, Willie Spears.
La controversia estalló días después de que Jason Alexander fuera liberado de prisión en Tennessee por violar una orden de protección y acosar a una mujer no identificada.