La princesa Diana en vida tuvo un vínculo muy cercano con sus hijos, el príncipe Harry y el príncipe William, a quienes logró crear con amor y sabiduría hasta el día de su fatídico accidente. Como muestra de ese vínculo, según la prensa, este sería el nombre con que la princesa se refería a su hijo menor, pero solamente en algunos momentos que ella veía indicados.
Si bien todas las personas conocen al príncipe con el nombre de Harry, la realidad es que su nombre original es Henry Charles Albert David Windsor. Sin embargo, se dice que la princesa, con la finalidad de que nadie conociera el nombre por el cual ella le llamaba en momentos importantes, decidió llamarlo públicamente Harry, además porque esta es una forma común de abreviar el nombre original en el Reino Unido.
El uso del nombre de Henry por parte de la princesa Diana únicamente estaba reservado para momentos especiales o formales, como por ejemplo cuando quería tener su atención total o cuando quería que él se tomara en serio sus palabras. Esto deja en evidencia que la princesa Diana tenía un afecto hacia su hijo de maternidad pura, con mucho amor hacia él, pero también de responsabilidad para enseñarle buenos valores.