Como bien se podrá recordar, la boda de la princesa Diana ha sido una de las bodas reales más vistas hasta el momento, pues aproximadamente 750 millones de personas en todo el mundo se sintonizaron para observar cómo ella y el rey Carlos III se unían en matrimonio en la Catedral de San Pablo en el año 1981.
Si bien para dicho día todo parecía color de rosa, medios y fuentes han informado 5 curiosidades de el vestido de novia de Lady Di que posiblemente no muchas personas conocían y que dejarían impresionados a más de uno por todo lo que esto conllevaba.
1. Los diseñadores:
Se dice que la princesa Diana eligió cuidadosamente a sus diseñadores, y finalmente fueron David y Elizabeth Emanuel quienes se encargaron del vestido de novia más prestigioso que ha tenido una novia real hasta el momento, pues en anteriores oportunidades ella había recibido varios vestidos por parte de ellos que a la prensa y al público les encantaron.
2. La mancha en el vestido:
Según lo conocido por la maquilladora y la princesa, Barbara Daly, dicho día la difunta monarca derramó un poco de perfume Quelques Fleurs en el vestido, sin embargo, logró resolver el imprevisto doblando la parte delantera del vestido y además usando su ramo en cascada sosteniéndolo mientras caminaba.
3. La cola del vestido:
Esta parte del vestido realmente fue impresionante, pues media 25 pies de largo, es decir, casi 8 metros, siendo esta una de las colas más largas en la historia de alguna boda real.
4. Lo arrugado:
Según ha relatado el mismo diseñador, no se suponía que el vestido de Lady Di estuviera tan arrugado cuando estaba entrando a la Catedral lista para casarse. Según él: ‘Teníamos un poco de certeza en que iba a llegar un poco arrugado, pero cuando vi a Diana llegar a la iglesia y vimos las arrugas en realidad me sentí mareado, estaba aterrorizado porque había muchas arrugas. Su vestido estuvo totalmente aplastado mientras estuvo en el carruaje‘.
5. El vestido alternativo:
Como para ese momento la princesa Diana era una de las Royals con más influencia, ella quiso mantener el vestido en secreto antes de su gran día, ayudándose de distintos engaños para que no fuera filtrado a la prensa. Sin embargo, sabía que si algo llegaría a pasar debía tener un plan B, y por eso sus diseñadores decidieron crear un vestido alternativo con un escote más pronunciado y con menos encaje, además con una falda de repuesto en caso de que hubiera alguna emergencia.