El rey Carlos III del Reino Unido sigue cumpliendo con su agenda de reinado. Entre los puntos, destacó su total postura estricta a dejar a un lado a cualquier miembro que tenga problemas legales, por lo que el príncipe Andrés, gracias a su escándalo de pedofilia con él caso Epstein, ha sido despojado de sus títulos militares y también de su residencia real. Esta última, ahora está en planes de ponerse en alquiler.
La residencia real del príncipe Andrés, el Royal Lodge, ahora está en un proceso de ponerse en alquiler, como parte de un plan del monarca para generar ingresos comerciales desde la mansión, ubicada en Windsor Great Park.
Estos planes también son los esfuerzos en curso para reubicar al duque de York en una residencia más pequeña y menos costosa. Según se ha informado, el Jefe de Estado está buscando reducir lo máximo posible el presupuesto para su hermano, ya que sus problemas legales perjudican potencialmente a la imagen de la corona.
Hasta ahora, el príncipe Andrés se ha negado a mudarse, basándose en su «contrato de arrendamiento de hierro fundido», que incluye una cláusula que garantiza que el albergue de 30 millones de Euros se mantenga en buen estado. A pesar de que le ofrecieron residencias alternativas, Andrés las rechazó.
No obstante, se cree el duque finalmente tendrá que hacer caso a las órdenes de su hermano, ya que de lo contrario estaría quitándole su manutención anual que ronda los cuatro millones de Euros.
«Tiene sentido que Royal Lodge vuelva a manos de Crown Estates, que puede pagar las reparaciones y renovaciones tan necesarias. Podría entonces alquilarse para ganar dinero para ellos, las arcas del rey y el país, en lugar de ser una carga para los recursos de todos», dijo una fuente a ‘The Sun’.
El rey Carlos III ha recortado una gran parte del presupuesto de la corona, como muestra de sus esfuerzos para rejuvenecer y hacer que el público vuelva a sentir total seguridad con la monarquía.