Rose Hanbury ha sido sin duda una de las figuras reales más mencionadas en los últimos años, y es que la prensa británica amarillista se encargó de llevarla incluso a los titulares en el año 2019, cuando el rumor de su indebido romance con el príncipe William había estado en la cúspide de la farándula real, incluso dichas habladurías siguen resonando a día de hoy.
La marquesa, sin embargo, nunca se pronunció sobre esto, y siguió viviendo su vida junto a su esposo, el marqués David Cholmondeley, con quien tuvo un par de hijos en el año 2009, y aunque es obvio que los aman mucho, el que sean gemelos les brindó un pequeño percance a la pareja, y es que como ambos niños nacieron por cesárea y al mismo tiempo, no se podía decidir quien era el mayor, por lo que decidir la herencia del título nobiliario sería complicado.
Pero Rose Hanbury y su esposo tuvieron una idea un tanto extraña y poco común para dar solución a lo anterior dicho, y es que según contó un allegado a la familia para The Telegraph en el 2009, la pareja decidió que el niño que más pesará al momento de su nacimiento sería el octavo marqués, siendo Alexander Hugh George Cholmondeley quien más pesó, siendo elegido el sucesor oficial del título nobiliario de su padre.
Un método que dejó a varios expertos de la realeza sin palabras, pero que, aun así, fue una manera bastante eficiente, aseguran algunos.