El fallecido príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la también fallecida reina Isabel II, tenía un peculiar y despectivo apodo con el que se refería a Meghan Markle en el periodo en el que ella formó parte de la familia real británica. Su estadía según sus propias declaraciones fue un «infierno», alegando diferencias e incluso haciendo insinuaciones de haber sufrido de racismo.
La periodista real y escritora Ingrid Seward, quien también se desempeña como editora de la revista «Majesty Magazine», publicará el próximo 15 de febrero el libro «My mother and», por el que ya ha ofrecido un adelanto en exclusiva para el diario británico ‘Daily Mail’.
Allí, ha dado a conocer el apodo con el que el príncipe Felipe se refería a la duquesa de Sussex, con quien nunca habría logrado conseguir una confianza plena, ya que presuntamente «no vio cosas buenas en ella».
El marido de Isabel II llamaba a la actriz estadounidense «Dow», una abreviatura de «Duchess Of Windsor», duquesa de Windsor en español. El duque se refería realmente a la controversial Wallis Simpson, la mujer por la que el rey Eduardo VIII de Reino Unido dejó a su esposa y abdicó a la corona, dejando el trono en manos de su hermano, el rey Jorge VI, padre de Isabel II.
«No se refería solo por el hecho de que ambas eran originarias de Estados Unidos y eran divorciadas, delgadas como un lápiz y de cabello oscuro. Existía un trasfondo más fuerte y despectivo en este apodo«, afirma Seward.
En las acusaciones que Meghan Markle ha hecho contra la realeza británica, no se habló directamente sobre el príncipe Felipe. Al parecer, el fallecido duque mantenía una comunicación cordial con la esposa del príncipe Harry, pese a que posiblemente nunca confió en ella.