Hace algunos días, el rey Carlos III llegó a Australia para una nueva gira real, donde fue recibido por algunos seguidores de la monarquía británica que aún se asientan en el país del continente oceánico. No obstante, a pesar del amor que recibe el rey, hay otros que solo están molestos con la presencia de la realeza en Australia.
En los últimos días, el monarca ha sido víctima de algunos protestantes en contra de la monarquía británica, quienes lo reciben en algunos lugares con pancartas de genocidio e incluso gritos sobre este mismo tema. Esto lo ha perseguido hasta una reciente reunión con los aborígenes del lugar, con quienes estuvo charlando un rato y quienes se siguieron quejando con lo sucedido en el pasado.
El rey Carlos III se reunió con ancianos aborígenes que afirmaron que la familia real los ha ignorado durante muchos años. El tío Allan Murray, líder del Consejo Local Metropolitano de Tierras Aborígenes, al estar frente al monarca dijo:
«Nos han ignorado. Somos un pueblo orgulloso y soberano y seguimos caminando sobre esta gran tierra». «La Union Jack fue colocada en nuestras tierras sin nuestro permiso y fue su familia. Hemos enviado cartas a los reyes y reinas durante años para que nos reconozcan, pero nos han ignorado desde 1770».
«Siempre anhelamos el retorno de nuestra soberanía. Somos un pueblo soberano que nunca ha firmado un acuerdo o tratado formal. Hay mucha inconformidad en la comunidad y nuestra gente está siendo discriminada, desplazada y violada».