Desde que el rey Carlos III comunicó al mundo sobre su diagnóstico de cáncer, se esperaba que el príncipe William, su hijo mayor y heredero al trono, demostrase con hechos que está absolutamente preparado para tomar las riendas de la monarquía británica. Y aunque representó a su padre en una gran cantidad de actividades, sus últimas palabras han causado el enfado en gran parte de la opinión pública y la prensa del Reino Unido, quienes siguen muy de cerca cada uno de sus pasos.
De manera inesperada, las últimas declaraciones del príncipe de Gales lo han vuelto a ponerle en el punto de mira de la crítica y de la desaprobación de la opinión pública.
Y es que, un acto celebrado el pasado jueves, 3 de octubre, el hermano mayor del príncipe Harry aseguró que no había podido acudir a los Juegos Olímpicos de París 2024 por un motivo de peso:
“Tenía muchas ganas de ir, pero debo decir que después de leer una entrevista decidí que, como mi esposa obviamente estaba recibiendo quimioterapia, no quería correr el riesgo de llevar el COVID a casa“, aseveró.
Después de esto, los medios británicos señalaron la incoherencia de lo que incluso han llegado a considerar como una “mentira descarada“, como citaron en ‘The Telegraph’. Por su parte, en el diario ‘The Mirror’ tacharon sus declaraciones como “excusas vacías” y desde el ‘Daily Mail’ cuestionaron su justificación para no asistir al prestigioso evento del olimpismo mundial.
Y es que solo hace falta mirar la cantidad de eventos a los que William acudido fuera de agenda, estando su esposa Kate Middleton en pleno tratamiento del cáncer,y en los que parecía no importarle para nada contagiarse de COVID ni de ninguna enfermedad.
En el mes de junio, el príncipe William asistió a uno de los conciertos que Taylor Swift dio en la ciudad de Londres; semanas después acudiría a Alemania a cada uno de los partidos que Inglaterra disputó en la Eurocopa y donde se encontró, entre otros, con el rey Felipe VI de España y el rey Federico de Dinamarca; este verano también se ha dejado ver en otras competiciones deportivas masculinas en Reino Unido.
Gracias a ese caudal de pruebas, la opinión pública le ha dejado muy claro al príncipe William que en esta oportunidad, está totalmente equivocado. La mentira del futuro rey del Reino Unido no ha podido pasar desapercibida, por lo que ahora no se ha podido salvar de la implacable vara de los medios de su país, caracterizados por ser muy sinceros sin importar los límites.