El príncipe Harry del Reino Unido sigue cortando sus lazos con la familia real británica mientras consolida su vida en los Estados Unidos, se prepara para obtener otra importante herencia que le permitirá afianzar su independencia económica en todos los sentidos. Esto, pese a que su hermano mayor, el príncipe William, no estaría de acuerdo con que se le haga entrega del dinero.
Cuando el 15 de septiembre el duque de Sussex cumpla 40 años, recibirá una herencia que su bisabuela, la reina madre Elizabeth Bowes-Lyon, (madre de la también fallecida reina Isabel II), le dejó en su testamento.
En 1994, a la edad de 94 años, la reina madre suscribió un seguro de vida valorado en más de 24 millones de dólares, una suma que representaba dos tercios de su fortuna personal. Esta decisión, aunque aparentemente rutinaria, fue en realidad parte de un movimiento estratégico mucho más amplio, ya que el dinero fue transferido a un fideicomiso diseñado para beneficiar a sus bisnietos, los príncipes William y Harry y el resto de sus primos.
Según información de Point de Vue, el duque de Sussex podría recibir un patrimonio de hasta 20 millones de libras esterlinas, unos 26 millones de dólares estadounidenses al cambio.
Hasta los momentos se desconoce si esta herencia podría hacer que el príncipe Harry se acerque al rey Carlos III y al príncipe William, cuyo último aparentemente no está de acuerdo con que su hermano menor reciba ese dinero debido a su renuncia a sus deberes reales a inicios del año 2020.