El príncipe Harry, actual exmiembro real, ha recordado con mucho amor cómo vivió su infancia en el castillo de Balmoral, en donde, según su relato, ‘nunca fue más feliz‘ que en esa época.
Estos momentos los dio a conocer el duque de Sussex en su libro de memorias ‘Spare‘, en donde contó varios de los acontecimientos que ocurrían en su infancia y en la finca que ha sido propiedad privada de la familia real desde 1845.
Para mí Balmoral siempre fue el paraíso, fue una mezcla entre Disney World y un bosque sagrado de druidas (personas de la clase sacerdotal), siempre estuve demasiado ocupado y afuera pescando, disparando, corriendo arriba y abajo de la colina, entre otras actividades. Lo que quiero decir con esto es que fui feliz e incluso es posible que nunca más haya sido feliz que aquel día dorado de verano en Balmoral.
Además de la infancia envidiable que vivió, el príncipe Harry recuerda a su abuela, la difunta Reina Isabel II, quien se podría enojar si no veía que los hermanos pasaran así fuera una hora al aire libre, respirando aire fresco cada día.
Lo curioso de estas anécdotas del príncipe Harry es que recordó cómo fue el 30 de agosto de 1997, es decir, un día antes de que su madre, la princesa Diana, muriera en un accidente automovilístico en París.
Recordó que esa noche con su hermano se pusieron pijamas y finalmente se prepararon para dormir. Allí, el Rey Carlos III les confirmó que ‘Mamá está en París‘ y les dijo a los dos que se portaran bien y no se quedarán despiertos hasta muy tarde. Al día siguiente, cuando ocurrió el hecho lamentable, el príncipe Harry recuerda que cuando su padre le transmitió la noticia de manera muy dulce, él simplemente recordó que ‘todo parecía detenerse‘.
Lastimosamente, después de ello se fueron presentando problemas en la familia real hasta el día de hoy, siendo el punto en el que el príncipe Harry, el rey Carlos y el príncipe William parecen no tener ninguna comunicación cercana.