La difunta reina Isabel II, como todas las demás royals de la corona británica, también seguía una dieta específica para siempre lucir y sentirse saludable, entre la gran cantidad de alimentos que conseguían deleitar el paladar de la monarca, se encontraban los clásicos huevos revueltos, sin embargo, no los comía como cualquier otra persona del común.
Algunos rumores dicen que el chef que trabajaba en ese entonces para el palacio de Buckingham dijo que usaba dos ingredientes que no podían faltar con sus huevos revueltos, y que a la reina le encantaba como quedaba su sabor, siendo estos la ralladura de limón y la nuez moscada.
Aunque parezca un poco extraño rallar limón a unos huevos, la verdad es que si lo pensamos bien, podría funcionar perfectamente, ya que la nuez moscada aportaría un sabor arenoso y ligeramente dulce, que haría contraste perfectamente con el sabor cítrico, y ácido del limón fresco, y aunque para algunos esta combinación sea una aberración culinaria, debemos recordar que, “para gustos, los colores“, ¿no crees?