El rey Carlos III trató a Kate Middleton igual que a Meghan Markle en sus respectivas situaciones de acoso en redes sociales

El rey Carlos III del Reino Unido ha demostrado tener con Kate Middleton la misma postura que tuvo con Meghan Markle, mientras ambas royals sufrían innumerables ataques y acoso en las redes sociales y en la prensa. Aunque ambas situaciones fueron diferentes, tuvieron la misma estética al convertirlas en objeto de repercusión mediática por parte de miles de “trolls” que creaban diferentes teorías y acusaciones en su contra.

Aunque hay diversas alegaciones que aseguran que el rey Carlos prefiere por gran ventaja a la princesa de Gales antes que a la duquesa de Sussex, hubo una situación en la que el Jefe de Estado ha demostrado tener equidad con ambas.

El monarca se negó a emitir cualquier comunicado sobre las diversas teorías que rondaban sobre la desaparición pública de Kate en medio de sus problemas de salud. Eso, fue exactamente lo mismo que hizo cuando Meghan sufrió una ola de ataques racistas y otras situaciones de acoso mientras estaba embarazada del príncipe Archie.

Esto supuso para ambas una profunda crisis de relaciones públicas que hizo ruido en los medios de todo el mundo. En el caso de Kate, se disminuyó cuando la esposa del príncipe William publicó un vídeo el pasado 22 de marzo, en donde informaba que la razón de su desaparición pública era por un diagnóstico de cáncer.

Sin embargo, en el caso de Meghan, la situación no ha mejorado mucho, ya que su matrimonio con el príncipe Harry se ha visto marcado por sus profundas diferencias con la monarquía, que terminaron provocando que los duques de Sussex renunciaran a sus deberes reales a inicios del año 2020.

En ambos casos, Carlos III ha mostrado completo silencio, negándose a incluirse en el asunto y dejando la menor cantidad de palabras posibles al oído del público.

No obstante, Harry sigue creyendo que el rey Carlos III y la monarquía siguen teniendo un trato preferencial por algunos miembros de la familia. Pese a eso, el silencio del monarca en diversas situaciones ha sido muy evidente, ya que la discreción es algo que ha caracterizado a la vida del hijo mayor de Isabel II en los últimos 25 años.