Un día 9 de abril, pero de hace 19 años, la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo fueron los ausentes de la boda íntima del rey Carlos III y la reina Camilla Parker, en la que solo aparecieron 28 nombres como invitados. Si bien la ausencia de los dos fue llamativa, finalmente se habría revelado cuál fue el motivo para decidir no estar presente.
Según se conoció, como la reina Isabel era la soberana en aquella época, no vio como un buen ejemplo asistir a la boda de dos personas que se habían divorciado de sus anteriores parejas, pues ella era la pieza principal de la Iglesia de Inglaterra lo que le habría generado comentarios en su contra y en contra del duque Felipe por el ‘mal actuar‘.
Si bien no fueron vistos en la primera ceremonia, ellos se animaron a darle un regalo al rey y a la reina ofreciendo una recepción en el Castillo de Windsor y posteriormente compartiendo con la pareja en la ceremonia de St. George’s, siendo el segundo evento, en donde finalmente mostraron su apoyo en la unión de los actuales monarcas del Reino Unido.