Meghan Markle asistió recientemente a un hospital infantil en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, en donde compartió con diversos niños que le hicieron derribar una importante regla de la realeza británica y que según sus lineamientos, «es peligrosa de romper». No obstante, para la actriz no ha habido preocupación alguna y nos ha demostrado de lo cuan innecesarias pueden ser las normativas de la corona.
La esposa del príncipe Harry accedió sin ningún problema a firmar algunos autógrafos que le pedían los niños y algunos trabajadores del lugar. Pero por si no lo sabías, esta acción está completamente prohibida para cualquier miembro de la realeza, incluso sí están en la posición de exilio de Meghan, pero ella la derribó por completo.
Allí, unos estudiantes le pidieron autógrafos a la princesa, pero, como acostumbra con su diplomacia y lealtad a las normativas, se negó. «No puedo escribir mi nombre, pero puedo dibujar”. (Luego dibujó una flor, un árbol y un estanque con plantas, según los informes). Cuando se le preguntó por segunda vez sobre un autógrafo, Kate respondió: “Mi nombre es Catherine. No puedo escribir mi firma, es sólo una de esas reglas”.