El príncipe William es junto a su hijo mayor, el príncipe George, los próximos herederos indiscutibles de la corona británica después del rey Carlos III, algo para lo que han sido preparados toda su vida, desde su educación hasta sus responsabilidades, la institución real se ha encargado de brindarles no solo el conocimiento histórico de la monarquía, sino también de todo lo que deberán llevar a cabo a lo largo de los años como principales miembros de la realeza, a pesar de que existe un “trabajo soñado” que hubieran querido tener.
Sin embargo, tanto el padre como el hijo compartían una aspiración profesional muy diferente, según el biógrafo de la princesa Diana, Andrew Morton, el príncipe William deseaba ser un agente de policía, incluso así se lo dijo a su madre cuando era más pequeño, “quiero ser policía y cuidarte mamá”, pero su hermano Harry, quien también se encontraba ahí, era consciente de su innegable destino, a lo que le dijo sin más: “Oh, no Willy, no puedes. Tienes que ser rey”.
Por supuesto, esta deseada profesión, era algo de familia, puesto que en una fiesta celebrada en la residencia de los príncipes de Gales, el Palacio de Kensington, la comisaria Jayne Richardson comentó que necesitaban más personal policial, a lo que el príncipe William sonrió y dijo: “George está muy obsesionado con la policía: los autos, juguetes, todo”, dando a entender que al pequeño royal le encanta la idea de convertirse en policía.
Tratándose de la realeza, muchas personas creerían que siempre todo es más fácil, sin embargo, dentro de este mundo de ensueño también existen los obstáculos, y es no poder dedicarte a lo que realmente deseabas porque tu futuro y el de tus hijos ya está decidido, es algo francamente desalentador.