La reciente hospitalización y cirugía de la princesa Kate Middleton tomó a muchas personas por sorpresa, pues nadie conocía que ella se iba a someter a este tipo de tratamiento en el quirófano. Por esto, recientemente se ha conocido que este diagnóstico y su complicación en la sala de cirugía se había convertido en todo misterio, y que ni siquiera las personas más allegadas a ella, como sus asesores, sabían por lo que ella estaba pasando.
Si bien la duquesa de Cambridge en este momento se encuentra recuperándose desde casa, cabe recordar que pasó casi dos semanas en el hospital manejando su mejoría, de manera que se podría decir que la cirugía fue algo delicada.
Y aunque desde el principio no hubo unos comunicados realmente explícitos en donde se informara al pueblo británico lo que estaba ocurriendo, algunas fuentes cercanas le dijeron hace pocos días al medio Page Six que ella y el príncipe William quisieron mantener en privado lo que estaban pasando y que incluso algunos de sus asesores más cercanos desconocían cuál era el problema.
Parece ser que su deseo de mantener en total discreción esta operación y su diagnóstico se debía a no querer preocupar al pueblo, ni a las personas con las que ellos tienen compromisos y ni siquiera a sus asesores cercanos, pues no era una cirugía ‘de alto riesgo‘.
Además, Kate Middleton también quería mantener en total reserva el hecho porque quería que sus tres pequeños hijos, el príncipe George, la Princesa Charlotte y el príncipe Louis, no se asustaran con lo que pudieran ver en distintos medios y siguieran su vida con total normalidad, simplemente viéndose con ella diariamente a través de FaceTime.