Selena Gomez ha sido la reina de las redes sociales en los últimos meses. La cantante y actriz ha sido el tema principal de muchas conversaciones por múltiples razones, en su mayoría positivas, tales como su línea de maquillaje Rare Beauty, su exitosa canción ‘Calm Down’ con Rema y su protagónico en la exitosa serie ‘Only Murders In The Building’. Sin embargo, también ha generado muchas habladurías sobre su muy cuestionable gusto en hombres, luego de haber revelado que está saliendo con el productor musical Benny Blanco.
Selena Gomez y Blanco se conocieron en el entorno laboral, el productor colaboró en la canción ‘Same Old Love’ de Gomez en el 2015, y fueron buenos amigos durante algunos años hasta hace poco, cuando decidieron darse una oportunidad en el amor. Aunque no es asunto de nadie, la gente tiende a esperar que alguien como LA GRAN Selena Gomez, famosa por su belleza, salga con alguien que tenga cualidades similares, alguien con gran encanto, atractivo y preferiblemente tan rico como ella, pero parece que a Selena no le importa nada de eso, ya que su actual pareja constantemente hace bromas sobre heces o su miembro viril, publica contenido grotesco en las redes sociales y es notorio por no darle mucha importancia a su apariencia física, lo que a menudo resulta en que luzca un poco sucio, o incluso enfermo.
Con eso en mente, no es de extrañar lo que le sucedió en la alfombra roja de los EMMYs. Blanco apareció como invitado de Gomez, pero parecía no importarle el hecho de que iba a estar en un evento muy formal lleno de personas vestidas con alta etiqueta, y decidió usar ropa holgada como pijama, mostrando su vello en el pecho, una bata informal encima, barba sin acicalar y un montón de collares aleatorios. A la entrada del lugar, algunos guardias de seguridad no le creyeron cuando les dijo que era el novio de Selena Gomez e intentaron expulsarlo, confundiéndolo con un hombre sin hogar. Aquí está todo el incidente en video.
https://twitter.com/itgirlposts/status/1747291046319374424?s=48
Un momento verdaderamente vergonzoso que tal vez resonará en su mente la próxima vez que asista a un evento de traje y corbata. O eso esperamos.