La prensa y varios medios del Reino Unido se han unido para hacer una sugerencia bastante imprevista al rey Carlos III, solicitando que renuncie a su trono «por el bien de la monarquía». Esto, pese a que aún no se ha cumplido un año desde su coronación oficial, realizada el pasado 6 de mayo del 2023.
Los medios británicos han impactado al ojo público al pedirle públicamente al rey Carlos III para que abdique a la corona. Han tomado como ejemplo la reciente abdicación de la reina Margarita II de Dinamarca, lo que ha llevado a los medios de comunicación británicos a discutir si dimitirá, allanando el camino para que el príncipe William y Kate Middleton se conviertan en reyes.
El ex legislador británico Stephen Pound, del Partido Laborista, el dijo al portal ‘GB News’, normalmente monárquico: «Creo que sería algo maravilloso. Salvaría la monarquía«, declaraciones que han sorprendido a varios. «La monarquía se encuentra actualmente en crisis por no estar actualizada. Posiblemente hemos pasado los peores años desde que falleció Su Majestad», aseguró.
«Sería maravilloso si el rey Carlos realmente dijera: ‘¿Creo que es hora de renunciar? Creo que es hora de dar un paso atrás. He hecho lo mejor que he podido, he sido un servidor fiel y leal. Pero ahora demos un paso atrás y dejemos que una nueva generación tome el control. Démosle a la monarquía una inyección para su futuro», relató Pound.
Pero ‘GB News’ no ha sido el único medio que ha recomendado la renuncia del rey, ya que el famoso ‘The Guardian’ publicó un artículo de opinión titulado de la siguiente manera: «El rey Carlos debería seguir el ejemplo de Dinamarca y decirnos cuándo abdicará».
Incluso el famoso periódico monárquico ‘Daily Mail’ también se ha involucrado en la discusión, como dijo al periódico el autor real Phil Dampier: «Debe hacernos preguntarnos si, dentro de cinco o diez años, el rey Carlos podría pensar en hacer lo mismo que hizo la reina Margarita II.»
La presión de la prensa del Reino Unido hacia el rey Carlos III también es un producto directo de los índices de popularidad que los príncipes de Gales tienen dentro de la opinión pública, siendo muy superiores a los del actual Jefe de Estado.