Este 25 de diciembre, los medios solo dirigieron su atención a un evento que se realiza cada año y que tenía como protagonista al príncipe Andrew, al rey Carlos III y a los demás miembros de la familia real, pues se llevó a cabo la tradicional misa navideña en Sandringham, en Norfolk, con muchas caras conocidas.
Aunque en esta reunión estaban reunidos todos los Windsor, uno de los que más se robó la atención fue el príncipe Andrew, pues parece haber regresado a su papel real en los eventos privados y familiares de la familia real británica, luego de que no se le tenía permitido hacer esto por estar involucrado en el polémico caso de Jeffrey Epstein, el rapto de Ghislaine Maxwell y a la no negación o disculpa de estos sucesos en una entrevista televisiva.
Todo parece indicar que el caso en el que estaba involucrado el príncipe Andrew tomo más fuerza cuando varios documentos sobre tráfico sexual fueron publicados a inicios de este año, por lo que sus títulos reales se les fueron arrebatados, y lo que hace que muchos se pregunten si volverá a resurgir de esta larga pesadilla que está viviendo.
Sin embargo, todo parece ir bien para él, ya que su presencia en al celebrar la navidad en la misa junto con toda su familia, podría indicar que sus compromisos reales aún no han finalizado, y que la relación entre él y la familia real sigue firme. Al lado de él se encontraba su exesposa Sarah Ferguson, con quien se divorció en 1996, pero siguen compartiendo el mismo hogar para no separarse de sus hijas, Beatriz y Eugenie.