Dejando de lado toda la problemática que hay dentro de la familia real, recientemente el príncipe Harry fue uno de los invitados VIP del Gran Premio de Austin de Fórmula 1, realizado en el estado de Texas en Estados Unidos, donde se le vio al duque de Sussex bastante alegre y atento a todo lo que sucede en esta competencia.
Aunque quizás el hijo menor del rey Carlos III nunca había mostrado interés en este deporte, esta ocasión se notó que estaba muy atento a él, a tal punto de que incluso fue invitado a los pits de Mercedes y Red Bull, donde estuvo siguiendo muy de cerca lo que sucedía dentro de cada uno de estos equipos.
Sin embargo, aunque Harry pasó un fin de semana de ensueño, no sucedió lo mismo con su hermano el príncipe William y su esposa Kate Middleton, debido a que lamentaron la muerte de Sir Bobby Charlton de 86 años, quien fue un legendario futbolista inglés y figura importante del Manchester United y de la selección de Inglaterra, marcando alrededor de 49 goles para su país.
Luego de la negativa noticia, el príncipe de Gales compartió un pequeño mensaje por X (Twitter), como de costumbre, recordando al recién fallecido con las siguientes palabras: “Sir Bobby Charlton, campeón de la primera división, campeón de Europa y campeón mundial, realmente era un verdadero caballero que será recordado por siempre, gracias”, fueron las palabras del príncipe William.
Además, Kate Middleton, quien es fiel seguidora del rugby, le dedicó unas palabras emotivas al seleccionado de su país por la misma red social, luego de que esta haya sido eliminada en el mundial del mismo deporte por la selección de Sudáfrica. “Pueden estar orgullosos de ustedes mismos, aunque hoy hayan perdido, pueden dejar ese torneo con la cabeza en alto”, un mensaje muy corto, pero directo por parte de la princesa de Gales.
Después de todo lo conocido, es normal ver que la vida entre los hermanos reales sea muy distinta, pues al menos uno de ellos no tiene ningún compromiso con la familia real británica, lo que le permite tener un poco más libertad a la hora de decidir qué hacer o no. Aspecto que no sucede con el hijo mayor del rey Carlos III, como el siguiente heredero de la corona, tendrá que seguir desde muy cerca lo que suceda en el Reino Unido.