Los hijos de Shakira estarían viviendo «un infierno» en Estados Unidos

Sasha y Milan, los pequeños hijos de la cantante y compositora colombiana Shakira, al parecer no la están pasando muy bien con su nueva vida en Miami, Estados Unidos, gracias a una importante razón que los tendría viviendo «un infierno» en la ciudad del sol.

Tras su ruptura con el ex futbolista español Gerard Piqué, Shakira dejó muy en claro sus intenciones; dejar su vida en España y mudarse a los Estados Unidos junto a sus hijos. Aunque el catalán al principio se mostraba reacio a que sus hijos se mudaran de Barcelona, al final terminó accediendo para que se fueran con su madre a Miami.

Una de las razones que expuso la intérprete de ‘Waka Waka’, era que los pequeños estaban siendo completamente expuestos ante los medios españoles que diariamente los perseguían hasta su residencia. La artista expresó que eso los mantenía «incomodados» y por eso quería dejar Europa.

No obstante, y de acuerdo con ‘El Nacional de Cataluña’, los niños también están sufriendo exactamente lo mismo en el país norteamericano. El citado portal afirmó que los paparazzis y periodistas ya no tienen tregua con la casa de la colombiana en Florida, por lo que sus hijos también estarían viviendo «un infierno» en su nuevo hogar.

Para atender esta situación, Shakira tendría ahora las intenciones de mudarse a Fisher Island Club, un lugar al que es imposible llegar si no se dispone de barco o helicóptero. Esta es una isla con una dimensión de 87 hectáreas. Hay un total de 800 viviendas y viven únicamente personas de élite.

Al parecer, la estrella estaría eligiendo este lugar para que los paparazzis no agobien la paz y tranquilidad de Sasha y Milan, quienes lamentablemente han sido muy expuestos por la enorme polémica que ha generado la mediática ruptura de sus padres.

Aunque su separación con Gerard Piqué no ha sido un tema fácil que enfrentar, Shakira ha enfocado todos sus esfuerzos para mantener un bienestar en sus dos hijos. Por tal motivo, no está dispuesta a escatimar en gastos para que los dos pequeños puedan sentirse seguros y sin ningún tipo de miedo a ser vigilados a cada momento.