Warner no solo se dedica a crear las mejores producciones dentro de la industria cinematográfica de Hollywood, sino que también cuenta con un amplio catálogo de entradas de utilidades, siendo la del merchandising la que más dinero le da después del cine, y es que al contar en su propiedad con franquicias como la de Harry Potter, el gigante del entretenimiento ha logrado asentarse en el jugoso niche de la juguetería, pero ahora enfrenta las consecuencias de sus descuidos.
Así es, Warner se está enfrentando actualmente a una demanda hecha por una madre, quien asegura que uno de sus dos pequeños hijos resulto gravemente herido por culpa de un juguete de Harry Potter defectuoso. Según reporta TMZ, la denunciante, Jessica Perry, ha demandado a la multimillonaria compañía porque su hijo más pequeño se ha lastimado debido a que una réplica de la varita mágica de Harry Potter se rompió y le perforó uno de sus ojos.
La señora afirma en su denuncia que Warner deberá pagarle 8 millones de dólares, cifra que según Perry cubre los costes médicos de las operaciones y tratamientos a los que se ha sometido su pequeño hijo y también una compensación por daños físicos y psicológicos. Jessica detalla que su hijo quedó gravemente conmocionado por las heridas, lo que le dificultará poder volver a ver con normalidad por ese ojo.
En países como los Estados Unidos, las empresas y multinacionales son demandadas constantemente por personas del común, asegurando que sus productos o servicios han lastimado, afectado, enfermado y/o traumado a alguno de sus seres queridos, esto con la clara intención de sacar una buena tajada de dinero, y la mayoría de estos casos fracasan por falta de pruebas.
Sea o no el caso de Jessica Perry, la denuncia por la varita de Harry Potter sigue en curso, y tratándose de una cifra bastante significativa, muy probablemente Warner detallará a fondo la situación junto con su equipo legal profesionalmente formado, por ahora la compañía no ha dado detalles de los hechos.