Recientemente, con todo lo que está sucediendo en Hollywood con respecto al paro de actores y directores, la actriz estadounidense Bonnie Aarons aprovecho esta semana movidas para salir a declarar públicamente una demanda hacia la empresa Warner, debido a un incumplimiento que está teniendo esta franquicia con respecto a su contrato.
En la demanda, Bonnie Aarons ha incluido las empresas Warner, New Line Cinema y Scope Productions, quienes desde sus inicios habían llegado a un acuerdo con la actriz para interpretar a la monja cobrando un salario de 71,500 dólares, cifra demasiado pequeña en comparación de los 22 millones de dólares de presupuesto que esta película tuvo, y más con los 365 millones de dólares que recaudó a nivel mundial, además su contrato contaba con otras ganancias por explotación de su imagen de 175,000 dólares.