La serie del universo cinematográfico de Marvel, ‘Invasión secreta‘, protagonizada por Samuel L. Jackson, quién interpreta al fundador de los vengadores, Nick Fury, ha dejado un sabor agridulce en la boca de la mayoría de los fanáticos, puesto que no contó con la mejor introducción, pero que, aun así, reveló una inesperada sorpresa que podría complementar la historia detrás de este universo.
En el último capítulo de la serie, titulado ‘Hogar’, nuestro protagonista, se enfrentaba contra el malvado Skrull Gravik, pero Nick era consciente de que carecía de habilidades para poder hacerle siquiera frente al poderoso extraterrestre, sin embargo, este encontraría la manera de luchar contra él, negociando y haciendo un intercambio, otorgándole lo que el villano tanto deseaba, La Cosecha. Lo que llevaría a crear el ser más poderoso de todo el universo cinematográfico de Marvel.
Se trataba del artefacto que contenía el ADN de casi todos los superhéroes que enfrentaron al nivelador de universos, Thanos, esto con el fin de fusionarse y adquirir todos estos increíbles poderes y talentos, pero esto no le saldría como esperaba, puesto que Gravik en realidad no había estado hablando con Nick Fury sino con G’iah, la hija de Talos.
Una joven pero astuta Skrull, que también adquirió todos los poderes de los superhéroes de los Vengadores, ya que también estaba dentro de la máquina que fusionó La Cosecha. Al final, ambos lucharían a muerte, siendo el personaje que interpretó Emilia Clarke la vencedora, quedando con todas las invencibles habilidades que conocemos hasta el momento, convirtiéndose en el ser más poderoso que haya existido en las películas y series del universo cinematográfico de Marvel.