Las recientes acciones que el Príncipe Harry y su esposa, la ex actriz estadounidense Meghan Markle han tomado, confirman aún más su completo desligue de la familia real británica. Y es que ahora, se oficializa que el matrimonio ha abandonado su residencia en el Reino Unido, tras un pedido que el Rey Carlos III les había hecho para ceder este lugar a otro integrante de la realeza.
Tras varios meses en que se había reportado la solicitud que el Palacio de Buckingham le había hecho a los Duques de Sussex, para que dejaran su residencia en el Frogmore Cottage, finalmente se ha confirmado que el matrimonio ha dejado ese lugar.
El Frogmore Cottage es una casa de 400 metros cuadrados, situada en las tierras que rodean al Castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros al oeste de Londres y que había sido cedida a la pareja cuando se casaron en el año 2018, como un obsequio hecho por la fallecida Reina Isabel II.
“El duque y la duquesa de Sussex abandonaron Frogmore cottage”, anunció Michael Stevens, responsable de las finanzas de la realeza, en la reciente publicación anual de los gastos de la monarquía.
La prensa británica ya había asegurado que el Rey Carlos III tiene la intención de cederle esta residencia a su hermano menor, el Príncipe Andrés, quién se encuentra parcialmente vetado de sus deberes reales por las acusaciones de abuso sexualmente a una menor de edad.
Esta medida, es una prueba contundente de la distancia que el Príncipe Harry y Meghan Markle están tomando con la familia real británica, misma que también ha procedido a ignorar todos los ataques que el matrimonio les ha hecho desde que se mudaron a los Estados Unidos en el año 2020.