En la mañana del domingo 18 de junio, un vehículo sumergible descendió en el océano atlántico cerca de la costa de Canadá con 5 personas adentro: 4 turistas y un hombre piloteando el vehículo. El propósito de la inmersión era visitar los restos del naufragio del Titanic que se encuentran actualmente a 1.300 pies de profundidad. La comunicación entre los pasajeros y el equipo en tierra se perdió 2 horas después de la inmersión. La tripulación no informó de inmediato a las autoridades, sino más tarde ese mismo día, durante las horas de la noche.
La tripulación informó que el vehículo tiene alrededor de 4 días de oxígeno disponible para los 5 pasajeros, basándose en el momento en que el submarino cerró su puerta, se espera que el oxígeno se agote alrededor de la mañana del jueves 22 de junio, lo que eventualmente los asfixiará. Estos datos, por supuesto, son estimaciones, ya que hay muchas variables que pueden afectar los niveles de oxígeno, como la cantidad de personas con vida, la velocidad a la que han consumido el oxígeno, entre otras.
Los esfuerzos de rescate comenzaron con la colaboración internacional entre las guardias costeras, la marina y las fuerzas armadas de Canadá y Estados Unidos. Hasta el momento, el vehículo no solo no ha sido localizado, sino que tampoco hay un plan ideado sobre cómo llevarlo de vuelta a la superficie, lo cual también puede llevar entre 4 y 6 horas, lo que significa que queda menos de 1 hora para localizar el submarino y elaborar un plan de rescate.
Hasta ahora, el único avance han sido “sonidos de golpes con un intervalo de 30 minutos” detectados con un sonar canadiense, lo que confirmó que al menos un pasajero sigue con vida dentro del sumergible que se estima que esté cerca del lugar de descanso del icónico Titanic que se hundió en 1912.
Los científicos ya han comenzado a dar señales de la imposibilidad de rescatar a los pasajeros con vida, quienes ahora están respirando niveles muy bajos de oxígeno, con el aire contaminado por sus desechos corporales y los gases producidos por sus estos.
Además, el submarino no puede mantener una temperatura adecuada durante mucho tiempo, por lo que los pasajeros también están expuestos a la hipotermia debido a las extremadamente bajas temperaturas de la profundidad en la que se encuentran. En resumen, todos los esfuerzos de rescate serán, muy probablemente, inútiles.
La cobertura mediática ha estado informando constantemente sobre el estado de los esfuerzos de rescate, mientras que la mayoría de los usuarios de Internet han tomado la situación como un incidente cómico, ya que los 4 pasajeros pagaron la alta suma de $250.000 USD para ingresar al vehículo que ahora se ha declarado imposible de rescatar.
Las circunstancias del “tour” también han sido señaladas como irónicamente cómicas, tales como el hecho de que todo el vehículo es controlado por un control remoto de videojuegos, que la nave debe ser asegurada desde el exterior antes de la inmersión y puede llevar horas volver abrirlo, y que se plantearon múltiples preocupaciones graves de seguridad sobre la embarcación antes de que fuera lanzada al océano, y sin embargo, 4 personas pagaron por estar en ella para ver imágenes ya vistas del naufragio del Titanic, junto al creador de la embarcación.