Actualmente, en todos los medios se ha evidenciado una triste fotografía que tiene como protagonista al rey Carlos III, pues fue captado llorando desconsoladamente en un evento de carreras de caballos en el Reino Unido, y aunque algunos aseguran que los monarcas no deben llorar en público, el esposo de la reina Camilla Parker no pudo aguantar la emoción ni todo el sentimiento que tenía en ese momento.
Este acontecimiento le dio mucha alegría y también nostalgia al rey, puesto que el caballo que triunfó lo heredó de su madre, la difunta reina Isabel II. El rey Carlos III observó desde el palco real, como el caballo preferido de su madre quedó victorioso, causando que el monarca llorara por todas las cosas que seguramente se le vinieron a la memoria con respecto a su madre y su gran amor por los caballos.
Y aunque el rey no quiso hablar con ningún medio, su sobrina Zara Tindall, sí lo hizo, comentando que «tal vez es normal que mi tío este así, pues pensaba lo orgullosa y entusiasmada que habría estado su madre con esta gran victoria«.