El príncipe Harry en los últimos días ha estado envuelto en varios escándalos en el país en el cual actualmente vive junto a su esposa, Meghan Markle y sus dos pequeños hijos, ya que recientemente se habló de una “persecución” de varios paparazzi que buscaban privar su privacidad, tal y como se comentó, ocasionándole un momento agobiante para él, su esposa y su suegra que le acompañaban.
Además de esto, ahora el duque debe enfrentar un nuevo tema que pondría en un riesgo inminente la seguridad en su país natal, luego de haber perdido una importante batalla legal con el Tribunal Superior de Londres.
El duque de Sussex habría solicitado a la rama judicial del Reino Unido poder costear su propia protección policial debido a que ya no pertenece oficialmente a la familia real británica desde el año 2020, no obstante, este martes el Tribunal Superior de Londres en conjunto con el Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Personalidades Públicas (RAVEC), no tenían muy buenas noticias sobre esta petición.
El tribunal Superior dictaminó este martes 23 de mayo que el príncipe Harry no podrá recurrir a gozar de protección policial cuando este de visita en su país natal, el Reino Unido, considerando que “es inapropiado que las personas más pudientes puedan de alguna manera, comprar su seguridad propia a los agentes policiales, en circunstancias que el interés público no justifica que el individuo goce de esta seguridad protectora con fondos públicos“, aunque él decidiera personalmente costear los gastos.
Este había sido su segundo intento en los tribunales para conseguir que el Ministerio del Interior le permitiera tener un acompañamiento judicial, para evitar inconvenientes siempre que visitara el país inglés. Por lo pronto serán sus abogados quienes planteen alguna solución hacia el tema, conociendo que el duque de Sussex en las próximas semanas regresará a su país para testificar en su juicio por piratería telefónica contra Mirror Newspaper Group. La seguridad del príncipe en territorio británico está en un muy mal momento.