La princesa de Gales, Kate Middleton ha aceptado la relación del príncipe William y su amante, Rose Hanbury, quien fue su amiga íntima por un largo tiempo, por este oscuro motivo.
La monarquía británica además de estar lidiando con los recientes reportes del Príncipe Harry en su libro de memorias “Spare”, ha tenido que soportar las fuertes declaraciones que se han generado en torno a la infidelidad del próximo heredero al trono, el príncipe William, con la ex modelo Rose Hanbury, que ha manchado totalmente a la familia real.
Y aunque se había rumorado que este hecho sería el principal acto para que la familia real conformada por los duques de Gales, dieran por terminada su relación matrimonial, lo cierto es que ni la familia real ni ellos mismos han dado declaraciones, ni han soportado que actualmente lleven algún proceso de divorcio
Pero se ha conocido por algunas fuentes, en especial por una usuaria que ha colocado un mensaje en Twitter y que se ha viralizado, en donde aclara “El príncipe William tiene una novia aparentemente consensuada por la princesa Kate, The Crown no va a terminar nunca“.
El hecho ha causado que varios usuarios dieran sus puntos de vista sobre las acusaciones y han acertado en decir que la relación se dará así porque Kate no tiene de otra que aceptar a la amante de su esposo. De acuerdo con varios medios se reveló que Kate Middleton había realizado una negociación con la casa real británica y afirmó que perdería mucho dinero realizando el divorcio, además de que el escándalo que se hubiera generado dañaría su salud mental y la de sus hijos.
De manera que le propuso a su esposo el príncipe William que podría tener una relación por fuera del matrimonio siempre y cuando ella también tuviera la oportunidad de lo mismo, esto porque al parecer ha luchado bastante por tener el título de reina y espera con ansias que el día finalmente llegué en algún momento.
Así que por el momento cualquier indicio de separación podría quedar descartado, sin embargo, por primera vez un hecho tan controversial como aceptar una infidelidad estaría tachando la popularidad de la monarquía, a pocos días de una coronación.