El rey Carlos III ha sido fuertemente acusado de apropiarse de muchas de las riquezas del pueblo británico, negando así toda posibilidad de que su fortuna provenga exclusivamente de su labor en la Corona Británica.
Recientes investigaciones tachan negativamente al rey Carlos III de ser una persona deshonesta con el pueblo al cual tendrá que dirigir desde el próximo 6 de mayo, día de su coronación oficial junto a su esposa, la reina consorte Camilla Parker.
Lo increíble de todo el tema es que no solamente él ha sido criticado, su fallecida madre, la reina Isabel II, también ha sido culpable de todo lo que se le acusa al próximo monarca, y por ende su hijo, el príncipe William también ha sido salpicado por toda la problemática.
El diario The Guardian acusó al actual soberano y la reina Isabel II de vender propiedades que eran del pueblo británico, y no de la realeza como lo han hecho creer. De todas estas ventas han alcanzado la millonaria suma de 1.2 millones de dólares “Las cuentas del ducado, que se encuentran en los archivos parlamentarios y estatales, revelan cómo la reina y su hijo primogénito, en su calidad de duque de Cornualles, se beneficiaron de un gran aumento en sus ingresos de los ducados durante su reinado de siete décadas“, reveló el medio en su investigación.
Se informó que el rey Carlos tendría propiedad de una tierra ubicada al norte de Inglaterra que tendría un valor aproximado de 810 millones de dólares, pero que no sería de su propiedad. Además, el príncipe William obtuvo una propiedad que tiene el valor de más de 200 millones de dólares en donde tienen grandes tierras de cultivos, hoteles, oficinas, tiendas y otras propiedades.
Dicha investigación podría lograr que millones de manifestantes expresen su enojo a la familia real, tal como lo han realizado en las recientes protestas que se han evidenciado a las afueras de los palacios reales, y en los eventos a los cuales el rey y la reina consorte asisten.