El Príncipe William, en su afán de ganarse el cariño y la confianza de los hijos de su supuesta amante Rose Hanbury, le habría obsequiado lujosos regalos que le habrían permitido acercarse un poco más a los gemelos Alexander y Oliver. Todo esto anunciado por varios medios, que alimentan los rumores de separación entre el Príncipe de Gales y Kate Middleton.
De acuerdo a lo que han anunciado distintos medios que han seguido de cerca el escándalo de infidelidad del Príncipe William hacia Kate Middleton, ahora han revelado que el heredero a la corona no solo ha tenido númerosas citas con Rose Hanbury, sino que también se ha encargado de darles atención a los dos hijos gemelos de la Duquesa de Cholmondeley.
Según reveló el portal Terra, el hijo mayor del Rey Carlos III le habría obsequiado lujosos detalles a los niños Alexander y Oliver, con el fin de ganarse la confianza y acercarse aún más a ellos. Con esto, el Príncipe de Gales estaría buscando tratar a los gemelos como si fuesen sus hijos, y que posiblemente estaría logrando gracias a estos lujosos regalos.
Recientemente, también se comentó que Hanbury se habría separado de su esposo, el Marques de Cholmondeley, ya que según varios amigos que emitieron distintas declaraciones al diario Irish Mail, el matrimonio ya no viviría juntos desde hace meses, porque Rose les ha comentado que se ha sentido «sola».
Estas polémicas están causando un masivo daño en la imagen del Príncipe William y en toda la familia real británica, que se encuentra preparando para la histórica coronación oficial de Carlos III cómo nuevo monarca del Reino Unido.
Sin embargo, las críticas siguen acechando los ideales de la corona, al punto de que ningún cantante inglés reconocido, ha aceptado la propuesta del Rey para cantar en la ceremonia, la cuál está prevista a realizarse el día 6 de mayo de este año.
Mientras tanto, el Príncipe William y Kate Middleton siguen asistiendo a distintas actividades correspondientes a sus deberes reales. Sin embargo, la sombra del escándalo sigue haciendo imposible que los medios no dejen de vigilar cada paso o acción que hacen los Príncipes de Gales.