El Rey Carlos III del Reino Unido, si cumplió con sus promesas y ha desalojado al Príncipe Andrés del Palacio de Buckingham, gracias a las graves denuncias que enfrenta por abuso de menores y trata de personas.
Es oficial; el Príncipe Andrés ya no es un miembro de la familia real británica. Las graves acusaciones que lleva en sus hombros no han podido ser pasadas por alto, y su hermano mayor y actual monarca de la corona británica lo sabe muy bien.
El hijo menor de la ya fallecida Reina Isabel II, ha sido acusado directamente de haber abusado sexualmente de una joven de 17 años, algo que es sumamente grave y que manchó a niveles estratósfericos la imagen de la familia real.
Sus vínculos con el escándalo de Jeffrey Epstein, han hecho que su reputación se haya caído por los suelos, al punto de que su familia le ha quitado todo el apoyo económico que anteriormente le daba.
El Rey Carlos III aceleró el proceso de expulsión de su hermano, y no colocó ningún impedimento para tratar de salvarlo, contrario a su madre, que buscó todas las maneras posibles para resguardar a su hijo.
Numerosos medios han aplaudido la posición de Carlos III, ya que este tipo de situaciones no deben pasarse por algo en ninguna institución, y mucho menos si esa institución es nada más y nada menos que la monarquía británica.