El príncipe Harry, y su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, están sufriendo graves consecuencias producto de sus recientes polémicas hacia la corona británica.
El duque de Sussex comenzó lo que sería un mortal ataque para la familia británica, cuando decidió apartarse de sus obligaciones como miembro real, con la finalidad de estar junto a su esposa, quien desde el primer momento no era totalmente admitida en la familia.
Producto del rechazo de la familia real hacia Meghan Markle, el príncipe tomo la determinación de publicar secretos que solo se debían comentar a puerta cerrada en los palacios de la realeza.
No obstante, el príncipe no cuantifico cuáles serían las consecuencias de sus actos en un largo plazo. Y continuó con su «venganza», declarando en contra de su hermano el príncipe William, así mismo en contra de su padre el rey Carlos III y de su esposa, a quien se refiere como «madrastra villana».
Pero ahora, a dos meses de sus polémicas declaraciones, en Netflix y «Spare«, los duques de Sussex están viviendo los resultados de sus declaraciones. La popularidad de la pareja de esposos ha bajado considerablemente, al punto de crear una imagen negativa del primogénito de la princesa Diana.
Y aunque Meghan Markle no ha estado sumida del todo en las polémicas, el pueblo la califica de controversial, denegando su presencia en varios eventos especiales.
