A Principios de 1991, el VIH ya se había apoderado del cuerpo de Freddie, sus días eran de puro sufrimiento que gracias a la morfina que le inyectaban, el líder de Queen podía dejar atrás un poco los dolores que le producía su enfermedad. Ante este panorama, el guitarrista de la icónica banda decidió escribir una canción para que su amigo pueda hacer lo que más le gustaba en la vida, cantar.
En un principio, Brian dudaba si Freddie iba a poder cantar por su delicado estado de salud, el cantante con la poca fuerza que le quedaba aceptó alegremente cantar lo que sería su última producción. La canción que terminaría transformándose en el himno de despedida de Queen fue “The Show Must Go On”(El espectáculo debe continuar) que formaría parte del álbum “Innuendo”, publicado en 1991.
En una entrevista que realizó May hace unos años, comentó como fue ese momento en el que le propuso realizar “The Show Must Go On” a Freddie Mercury. En la nota, Brian dijo:
“Sabía que le quedaba poco tiempo de vida y dudaba que pudiera grabarla. Pero cuando se lo propuse, Freddie me miró, sonrió y me dijo ‘Lo haré, querido’. Se levantó con las pocas fuerzas que le quedaban, tomó un poco de vodka para reforzar su voz, miró la letra y empezó a grabar”.
“The Show Must Go On” fue publicada un 14 de octubre de 1991, la canción no tuvo videoclip oficial debido al frágil estado de salud de Freddie. De esta manera, Brian May pudo cumplir su objetivo que su gran amigo pueda despedirse de sus fanáticos haciendo lo que más amaba, cantar. Semanas más tarde del lanzamiento de este sencillo, el 24 de noviembre, Mercury falleció a raíz de una neumonía agravada por el HIV.