Selena Gomez ha sido criticada muchas veces en las redes sociales por ser medio emigrante, aunque bueno… más que una crítica es una burla de la cual no sabemos ¿Qué gracia tiene?
Lo que si sabemos es que la joven artista oriunda de Texas, Estados Unidos siempre ha sido una filantropa de calidad 10 de 10, desde pequeña se ha puesto en marcha para ayudar a las otras personas. Un logro bastante destacable de la artista fue que llegó a ser embajadora de Unicef a una edad temprana.
La cantante se ha abierto a la revista Time donde contó como su familia atravesó la travesía de vivir el sueño americano, veamos lo que dijo:
“En los años 70, mi tía cruzó el borde de México hacia los Estados Unidos escondida en un camión. Mis abuelos luego le siguieron, y después de eso mi papá nació en Texas. En 1992, nací en Estados Unidos como una ciudadana Estadounidense gracias a su valentía y sacrificio. La inmigración sin documentos es un problema en el que pienso diariamente, y nunca me olvido de lo bendecida que estoy por haber nacido en este país gracias a mi familia y la gracia de las circunstancias. Pero entonces leo los titulares sobre debates de inmigración en las redes sociales, y me siento asustada por quienes están viviendo situaciones similares. Tengo miedo de mi país.
La inmigración es un tema político divisivo. Es el tema de interminables argumentos e innumerables noticias. Pero la inmigración va más allá de la política y los titulares. Es un problema humano, que afecta a personas reales, desmantela vidas reales. La forma en que lo tratamos habla de nuestra humanidad, nuestra empatía, nuestra compasión. La forma en que tratamos a nuestros semejantes define quiénes somos.
No pretendo ser una experta. No soy política, no soy médico y no trabajo en el sistema en absoluto. Entiendo que es defectuoso y que necesitamos reglas y regulaciones, pero también debemos recordar que nuestro país fue formado por personas que vinieron de otros países. Es hora de escuchar a las personas cuyas vidas se ven directamente afectadas por las políticas de inmigración. Es hora de conocer a las personas cuyas historias complejas se han reducido a titulares básicos.
En 2017, tuve la oportunidad de involucrarme en una nueva serie documental llamada “Living Undocumented” que sacaría a la luz la vida de ocho familias inmigrantes en USA. Ellas de diferentes países y orígenes, todos enfrentando el mismo temor “Una deportación”. Vi imágenes delineando sus viajes profundamente personales y lloré. Entendí la vergüenza, la incertidumbre y el miedo con el que mi propia familia luchó. Pero también entendí la esperanza, el optimismo y el patriotismo que tantos inmigrantes indocumentados aún tienen en sus corazones a pesar del infierno que atraviesan.
El mes pasado conocí a tres de los jóvenes documentados en la serie: un soñador llamado Bar, cuya familia dejó Israel cuando tenía seis meses para escapar de la violencia en Tel Aviv, y los hermanos Pablo y Camilo Dunoyer, cuya familia huyó de Colombia en 2002 para buscar asilo. cuando su familia fue amenazada repetidamente por narcoguerrillas, amenazas que su familia aún recibe hasta el día de hoy.
Bar me dijo que quería estudiar diseño de interiores. También me dijo que ha vivido con miedo toda su vida. Una semana antes de conocernos, la habían robado violentamente pero tenía miedo de llamar a la policía. Ella no quería que descubrieran que sus padres son indocumentados y los denuncien a ICE.
Pablo fue aceptado en la Universidad Estatal de San Diego. Pero no puede ir, porque en agosto su padre Roberto Dunoyer se fue a trabajar y nunca volvió a casa. ICE lo detuvo, lo mantuvo en una jaula con otros inmigrantes que dormían en el piso solo con mantas de aluminio para calentarse. Las luces permanecían encendidas a todas horas del día. Pablo dijo que nunca había escuchado un dolor así en la voz de su padre, y está preocupado de que pueda soportar ese dolor por el resto de su vida. Después de ocho días horribles, Roberto fue deportado a Colombia. Desde entonces, los hermanos han estado escondidos. No pueden ir a casa y rara vez duermen de noche. Tienen miedo de que se les acabe el tiempo. Camilo me dijo que su mayor temor no es ser deportado, sino olvidarlo y convertirse en otra estadística sin rostro.
Me preocupa la forma en que se trata a las personas en mi país. Como mujer mexicoamericana, siento la responsabilidad de usar mi plataforma para ser una voz para las personas que tienen demasiado miedo de hablar. Y espero que conocer a estas ocho familias y sus historias inspire a las personas a ser más compasivas, a aprender más sobre la inmigración y a formar su propia opinión. Espero que Bar estudie diseño de interiores. Espero que Pablo y Camilo puedan regresar a casa y dormir por la noche.
Cuando me inscribí para producir un programa ejecutivo sobre inmigrantes indocumentados, no pude evitar anticipar las críticas que podría enfrentar. Pero la verdad es que la peor crítica que puedo imaginar todavía no es nada en comparación con lo que enfrentan los inmigrantes indocumentados todos los días. El miedo no debe evitar que nos involucremos y nos eduquemos sobre un problema que afecta a millones de personas en nuestro país. El miedo no impidió que mi tía se metiera en la parte trasera de ese camión. Y por eso, siempre estaré agradecida.
Esperamos que apoyes el documental que estará en vivo muy pronto en Netflix, además no te olvides de escuchar Back To You el último sencillo solista sacado por Selena Gomez:
A todos aquellos emigrantes que nos estén leyendo, estamos con ustedes, sabemos que todo esto va a mejorar algún día, sean buenas personas y no hagan el mal. Todos somos humanos y vivimos en el mismo planeta. Les deseamos mucha suerte.