Desde que estrenó «Shake It Off» en el año 2014, ha ido recibiendo una gran cantidad de acusaciones de plagio, e incluso, una que otra demanda donde otros artistas aseguraban que el coro de la canción era un plagio de las canciones de ellos, por ejemplo, el grupo 3LW demandó a Taylor porqué aseguraban que la canción era una copia de su éxito «Playas Gon’ Play» (#89 en el Billboard Hot 100 en la década de los 2000s), sin embargo, no se llegó a nada y la demanda fue descartada en su totalidad.
Después de estos acontecimientos Taylor tomó la decisión de iniciar un proceso para colocar copyright a las letras de la canción, así, ninguna otra persona pudiera utilizar la lírica de la canción sin su autorización, y de ser utilizadas, fuese ilegal. Sin embargo, todo este proceso fue rechazado por la corte encargada de decidir que canciones pueden y cuales no pueden apartar sus letras.
Judge rules Taylor Swift’s 'Shake It Off' lyrics are too 'unoriginal to copyright: https://t.co/9kNbQuSiOf pic.twitter.com/pYQEtARBWG
— The Daily Dot (@dailydot) February 15, 2018
De acuerdo con la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos, una canción está protegida si la música o las letras superan lo que la corte considera «banal o trivial». Por lo tanto, el arte necesita una firma específica (originalidad) para poder ser protegido por derechos de autor. Los clichés y frases comunes tienden a no caer bajo esta protección, ya que generalmente carecen de la especificidad necesaria para probar una idea original.
Así que ahora, según el juez de distrito de los Estados Unidos, Michael W. Fitzgerald de California, “players gonna play, and haters gonna hate” puede ser utilizado por cualquier artista que lo desee, ya que es una frase con «carencia de originalidad». «El concepto de actores que actúan de acuerdo con su naturaleza esencial no es para nada creativo; es banal», afirmó el juez encargado tras rechazar la propuesta de Swift.